En la selva urbana, la mujer a veces la padece y heavy, el acoso sexual en algunas es pan nuestro de todos sus días en cualquier ámbito laboral, si ella se arregla para verse bien, y sentirse bien (por aquello de la autoestima), es mal visto, dirá la sociedad que es una provocadora. No faltará el que con una mirada la desnude y por ende la incomode, no faltará el que le diga que si quieren discuten su ascenso en el bar más cercano y después en un lugar más íntimo y cómodo (llámese motel).
Y si la necesidad económica es mucha, entonces habrá quienes cedan ante tal acoso, pero también existe el acoso o la violencia psicológica, en donde se humilla a la mujer, disminuyendo su capacidad no sólo laboral, sino se le hace creer que no es buena para nada, haciéndola sentir que es incapaz de desarrollarse o de producir.
Hoy en día son cada vez más mujeres las que atienden varios aspectos de la vida. Y eso yo lo aplaudo.
El rol mas visto o trabajado es el de ser madre, la mujer tiene que criar y educar a sus hijos, además de ser el apoyo y motivación del marido (detrás de un gran hombre hay una gran mujer ¡qué verdadero!).
La mujer sigue arrastrando determinados mandatos, hacerse cargo de la casa, los hijos y además ha ido incorporando otros, como estudiar o trabajar, dicen que una buena madre tiene que darle pecho a su hijo, pero en la mayoría de los trabajos no se dan estas licencias o no se hacen válidas.
Nos manejamos con leyes hechas por hombres y pensadas para hombres, y curiosamente han sido mujeres las que han educado y formado a esos hombres que hacen esas leyes.
Entonces como me dijo un amigo: ¿la mujer será su propio verdugo? ¿El cambio estará en nosotras mismas?
Bendiciones para nosotras
¡¡¡ARRIBA LAS CHICAS…VAMOS QUE SE PUEDE!!!
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