09 octubre 2007

PARTE DOS: EL DAÑO.


En un capítulo emitido del extinto programa El Show de Los Libros de tvn, vi a la escritora Andrea Maturana, que dialogaba arriba de una micro con Skármeta referente a su libro (des) encuentros (des) esperados, días después cuando fui a devolver unos libros a la biblioteca, busqué títulos de ella y di con El Daño, sin duda, una de esas novelas que a una la dejan pensando, que esconde algunos de los episodios más crueles y dolorosos que pueden pasarle al ser humano, por mala suerte o destino nefasto, quién sabe...
La novela, comienza con dos amigas que viajan al desierto. Una va con el propósito de recuperar su historia. La otra, si tiene suerte, espera olvidar la suya. El asunto principal que se desarrolla en el libro es el de la memoria, especialmente cuando se impone y no permite la elección y lleva a olvidar lo que quisiéramos conservar y retiene lo que no se quiere recordar. (Pareciera aquí que el recuerdo como el olvido no son más que funciones de un mismo proceso).Entonces perdidas es medio de la nada Elisa y Gabriela esperan que algún auto las rescate del infierno. Bajo las extremas condiciones del desierto, el recuerdo de sus vidas emerge de forma clara en medio de la noche. Un pasado prohibido, un secreto inconfesable que las une por encima de todo. La tensión de ese pasado las acerca en el presente mostrándoles la cruel geografía del amor.Andrea Maturana explora en El daño, con implacable minuciosidad, la huella que el tiempo impone a la memoria
Este libro es de esos textos que me son grato tener en mi velador y releer por largas horas, hasta sentir pesados los ojos.

Cuando leí las primeras líneas de El Daño recordé a mi amiga Cotty, cuando hacíamos deo rumbo a la playa, y conversábamos de tantas cosas, de una y otra, no nos paraba la lengua.
En ese mismo tiempo estaba oyendo La Suerte, y era especial, con un amigo que también lo había leído, lo comentábamos y le comentaba las actrices que debían protagonizar esta versión fílmica, y digo especial, porque yo oía este disco y habían temas que me hacían recordar el libro. En mi billetera aún conservo un fragmento de este que reescribí en una hoja que aún está en esa billetera.
Un muy buen libro, oí decir hace ya muucho tiempo en Radio Concierto, se refería a esta novela como una de esas en que terminabas con una muy buena sensación, pero sin entender a cabalidad el mundo de las mujeres.

…Es como con el cuerpo. Como con las partes del cuerpo. Demasiadas veces se ha dicho que es necesario perder algo-a veces basta creer que vamos a perderlo-para valorarlo…

…Respiro hondo. Miro nuevamente al cielo, como haciendo una pfrenda. Cierro los ojos y siento que a mi alrededor el espacio es ilimitado. Y el tiempo ilimitado.
Me recuerda el desierto. Una gran extensión en la que todo es, a la vez, igual y muy distinto. En mí está elegir el camino a tomar. Algo como la libertad.
Tal como en el desierto…
Andrea Maturana
El Daño.

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